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23/febrero/2015

El Real Alcázar habilita la Sala Cantarera, del Palacio Gótico, como espacio expositivo.

El alcalde de Sevilla, Juan Ignacio Zoido, ha anunciado que la Sala Cantarera del Real Alcázar, que se encuentra ubicada dentro del Palacio Gótico, que fue redecorada en tiempos de Felipe II y que cuenta con una magnífica azulejería obra que realizara Cristóbal de Augusta en el año 1577, ha sido habilitada como espacio expositivo.

En este sentido, Juan Ignacio Zoido ha manifestado que “hasta la fecha, la Sala Cantarera se venía utilizando como almacén de apoyo, gracias al remozamiento que se le ha hecho a dicha Sala, se recupera una parte no visitable del Palacio Gótico y por tanto ponemos en valor, un espacio no visible hasta ahora por las visitas turísticas que se acercan al Alcázar”.

Por otro lado, el alcalde Zoido ha indicado que “durante el próximo mes de mayo y junio, en concreto, desde el 7 de mayo hasta el 14 de junio, la Sala Cantarera acogerá una exposición sobre códices, atlas y breviarios de la colección Moleiro”.

Cabe recordar que ya en el Alcázar se celebró, en concreto, la Sala Alta Apeadero acogió, una exposición sobre el Breviario de Isabel la Católica perteneciente también a la colección Moleiro, con magnifica aceptación de asistencia.

Asimismo, junto con la Sala Alta del Apeadero, que se adecuó como sala permanente de exposiciones el pasado mes de octubre y ahora con la adecuación de la Sala Cantarera, el Real Alcázar se convierte en un centro de exposiciones permanente de primer nivel.

EXPOSICIÓN ‘TESOROS OCULTOS’ DE LA COLECCIÓN MOLEIRO

Acorde con el nivel artístico e histórico de un monumento como el Real Alcázar de Sevilla, la recién restaurada sala Cantarera se abrirá al público como templo de la cultura universal.

Sus zócalos de azulejería acogerán el arte y el saber más refinado de la Europa medieval y el mundo árabe que lindaba con sus fronteras. Del 7 de mayo al 14 de junio de 2015 habitarán este espacio más de una veintena de clones de los códices más valiosos que se pintaron entre los siglos X y XVI.

Los originales de estos tesoros bibliográficos se conservan, ocultos de la mirada del gran público, en los grandes museos y bibliotecas del mundo: Metropolitan Museum of Art y Morgan Library & Museum, en Nueva York, Huntington Library, en San Marino (California), British Library, en Londres, Bibliothèque Nationale de France, en París, Biblioteca Nacional de Rusia, en San Petersburgo, Arquivo Nacional da Torre do Tombo, en Lisboa, Museo Arqueológico Nacional, en Madrid, entre otros.

El mundo oriental se desplegará ante nuestros ojos a través del Libro de la Felicidad, una compilación de distintos tratados de índole científica y astrológica en torno al concepto de Felicidad. Esta genialidad, encargada por el Sultán Murad III, contemporáneo de Felipe II, es el códice iluminado más fastuoso conocido del mundo islámico.

El legado de la medicina árabe se muestra en todo su esplendor en el Tacuinum Sanitatis, cuyas tablas de salud, muy difundidas durante la Edad Media, fueron escritas por el médico cristiano nacido en Bagdad Ibn Butlân.

Encontrándonos en Sevilla, centro neurálgico de los viajes al Nuevo Mundo, no podía faltar un reflejo de la epopeya más apasionante de la historia de la Humanidad, los Descubrimientos. Se podrán contemplar los tres atlas más importantes que se conservan de una época en que el mundo conocido estaba en continua expansión: el Atlas Miller, el Atlas Vallard y el Atlas Universal de Fernão Vaz Dourado.

Volverá al Real Alcázar el Breviario de Isabel la Católica, obra que a finales del s. XV acompañó a la reina Isabel en algunos de los momentos más felices de su vida, vividos en las estancias de este insigne palacio. Se trata del breviario más suntuoso jamás pintado para un monarca europeo. Esta obra maestra se realizó para conmemorar los principales éxitos de su gobierno: el matrimonio de sus hijos Juan y Juana con los del Emperador Maximiliano de Austria, la Conquista de Granada y el Descubrimiento de América.

Entre los tesoros de esta exposición se encuentra también el Libro del caballero Zifar, la primera novela escrita en castellano, predecesora de El Quijote. Únicamente existen dos manuscritos de esta obra, y su primera edición impresa se realizó en Sevilla, en 1512. El códice que se podrá admirar en la Sala Cantarera corresponde al ejemplar más fastuoso, ricamente iluminado por encargo de Enrique IV de Castilla.

La Biblia de San Luis, considerada el monumento bibliográfico más importante de la historia de la Humanidad por sus 4.887 pinturas diferentes, ejerció tal fascinación sobre Alfonso X el Sabio, que el monarca estableció que sólo los reyes tenían dignidad suficiente para hojearla. La Biblia de San Luis, hasta hace muy poco expuesta en la Conciergerie de París como estrella de la gran exposición que organizó el Gobierno francés para conmemorar el 800 aniversario del nacimiento de Luis IX, podrá ser ahora admirada en la capital andaluza.

Viajaremos a los orígenes de nuestra cultura a través de los llamados Beatos, cuyo texto, los “Comentarios al Apocalipsis” escritos por el monje Beato en el año 776, se copió durante más de cinco siglos y se iluminó con escalofriantes miniaturas que, con el paso del tiempo, se convirtieron en piezas maestras dentro del arte hispánico. Formarán parte de esta exposición los cinco Beatos más relevantes que existen: el Beato de Silos, el Beato de San Pedro de Cardeña, el Beato de San Andrés de Arroyo, el Beato de Fernando I y Doña Sancha y el Beato de San Salvador de Tábara.

Completará la muestra una selección exquisita de libros de horas, libros bíblicos y un conjunto de variadas temáticas entre las que se incluye la ciencia, la alquimia, la literatura, la sexología, entre otros.

En definitiva, si hiciésemos una lista de los 10 manuscritos iluminados más importantes que se conservan, probablemente 8 de ellos estarían presentes en el Real Alcázar de Sevilla.