ESTADO DE CONSERVACIÓN DE LAS POLICROMÍAS Y DORADOS
La policromía y el dorado aunque en menor grado que la madera también se ven afectados por las condiciones ambientales, pero sobre todo son un factor de deterioro las sucesivas reparaciones-redecoraciones que se han superpuesto sobre los originales. (Foto nº52). En ocasiones estas actuaciones se han producido por el estado de deterioro en que se encontraban, pero en otras muchas es el gusto estético del momento el que provoca que se eliminen o simplemente se oculten las decoraciones bajo estratos más modernos. En esta pieza tenemos un ejemplo claro de cómo una inscripción árabe, en unas condiciones bastante aceptables se oculta bajo otra decoración vegetal con emblemas heráldicos castellanos. (Foto 53).
El deterioro siempre se produce de forma mas violenta, cuantos más estratos pictóricos se superponen, puesto que a los avatares de la historia material, con filtraciones, ataque de xilófagos etc., hay que añadir el grosor de estas capas y que cada una de ellas responde de distinta manera a las tensiones producidas por los movimientos del soporte y a los suyos propios al ser cubiertas por un nuevo estrato, todo ello provoca un daño generalizado en todas las capas de policromía, con levantamiento de ampollas y cazoletas y el consiguiente desprendimiento de muchas de las zonas afectadas, produciéndose graves pérdidas de policromía. (Foto 54). En resumen podríamos decir que la combinación de dos o tres factores de los que nombramos a continuación son los que han influido en el mal estado de la policromía:
–Movimientos de contracción y dilatación del soporte.
–Oscilaciones de la temperatura.
–Estructuración técnica incorrecta de las capas
–Fragilidad de las distintas capas o de sus aglutinantes en el contexto del envejecimiento.
–Reducción de la eficacia de un aglutinante, posiblemente debido a la acción de microorganismos.
–Tratamiento incorrecto.
–Influencias mecánicas.
Figura 13. Deformaciones sufridas por el almizate.
El dorado, en concreto el realizado al agua, no debió aparecer en esta armadura hasta el siglo XVI, como en el resto de las que se han intervenido hasta ahora en el Palacio Alto, en concreto en los sinos y en las piezas geométricas de cuatro puntas que rodean al cubo de mocárabes, en las que solo quedan pequeños restos en una de ellas.
Nos encontramos con tres técnicas de dorado utilizadas: el dorado al agua, el dorado al mixtión o con mordiente y el dorado con oro musivo también llamado purpurina28.
La primera ellas coincide con piezas “retocadas” o realizadas en las intervenciones del XVI, la segunda parece coincidir con las intervenciones que se produjeron a mitad del XIX y la tercera debe corresponder a algún retoque de mediados del XX, puesto que es a partir de entonces cuando surge.
El estado de conservación es muy deficiente en prácticamente todos los estratos y las características de su deterioro son muy similares a las de la policromía, con cazoletas ampollas y desprendimientos. A estos hay que añadir las oxidaciones del oro musivo que suelen coincidir con los sinos.29
INTERVENCION
Para lograr la efectividad del tratamiento fue necesario desmontarlo en lo posible dentro de lo sensato. En este caso se quitaron todos los elementos exceptuando el esqueleto de la armadura, es decir los pares y peinazos que forman los faldones y el almizate, los taujeles que se encontraban en buen estado y no nos estorbaban para sustituir algún elemento deteriorado y el alicer más próximo al suelo, ya que aunque su estado era muy deficiente el desmontaje le hubiese ocasionado aún más daño.
La limpieza de un artesonado es un término muy amplio que engloba varias actuaciones por ello nosotros hemos dividido esta actuación en tres fases:
- Limpieza gruesa con espátula, paletinas de jardinero, etc. Con ella se procede a eliminar los restos de yesos, escombros, cableado antigüo, etc. (Foto 55).
La acumulación de escombros sobre las pechinas pudo llegar a media tonelada. El espacio que resultaba en la mediana entre la Saleta y el Anteoratorio se desescombró, puesto que había quedado colmatado hasta casi la altura del arrocabe.
- Limpieza con cepillos y aspiradora, que realizamos siempre en el reverso para retirar las acumulaciones de polvo y poder aplicar con posterioridad un eficaz tratamiento de consolidación y desinsectación.
- Limpieza química, mediante la combinación de los distintos disolventes. El requisito principal es su selectividad, es decir la capacidad de atacar determinadas sustancias sin perjudicar la estabilidad química y física de los materiales pictóricos y su equilibrio cromático-estético. La elección de la tabla de solventes estuvo condicionada por la restauración de la saleta de la reina, cuya historia material es parecida, ambas son de la misma época, y sus motivos decorativos son muy similares.
Figura 14.
Peinazos del almizate.
La paleta utilizada fue:
- La eliminación de los temples mas modernos, Vinagre + agua destilada (1:1), en caliente. (Foto 56).
- Eliminación de oro musivo o purpurina, agua destilada + acetona + alcohol + amoniaco (4 A)
- Limpieza de la lacería sin incluir dorado, Agua destilada + Acetona + Alcohol (3 A), según la zona.
La fijación del estrato de policromía que realmente nos interesaba conservar, se fijó con espátula caliente. Esta se realizó una vez eliminados los dos estratos superiores que hasta ahora habían contenido los desprendimientos y malas adherencias del estrato a recuperar. (Foto nº57).
Limpios el anverso y el reverso y fijada la policromía, se procedió a la desinsectación-desinfección de aquellos elementos que no necesitaban consolidación, con un tratamiento por impregnación a base de permetrina y piperonylbutoxido30, el resto de las piezas se trataron combinando la desinsectación con la consolidación química. (Foto nº58).
La consolidación química consiste en el tratamiento destinado a devolver la cohesión o consistencia de aquellos elementos que componen la armadura, afectados por la destrucción de alteraciones químicas producidas por los hongos y las inestabilidades originadas por las galerías de los insectos31. Cuando esta ya no es efectiva porque el deterioro de la pieza es irrecuperable e incluso se han producido graves perdidas de material lignario, pasamos a la consolidación estructural del soporte que realizamos mediante injertos, reposiciones con pasta de madera, camas de serrín con listoncillos de pino, etc., y por último y más importante tenemos la consolidación estructural, porque de una buena actuación en este apartado depende la conservación de todo el conjunto. Intervenimos sobre aquellos componentes degradados de la estructura sustentante, saneamiento de los anclajes, los muros de apoyo, etc. (Foto nº59). Los elementos intervenidos en esta han sido:
Muros:
- Saneado y consolidación de las zonas sobre la que apoyan los estribos en todos los muros perimetrales (M1, M2, M3) y en las zonas donde apoyaban las pechinas. (Foto nº60 y 61).
Foto 52
Cuando la humedad es alta los componentes orgánicos de la policromía constituyen un campo de cultivo ideal para los microorganismos, produciéndose una desintegración biológica.
Estribos y cuadrales:
- Eliminación de las zonas deterioradas de las vigas por ataque de xilófagos, (C1, C2)
- Relleno resina epoxi con carga, realizando un pequeño encofrado reforzado con varillas y pletinas de acero inoxidable (C1,C2)
- Sustitución en C3 de la zona afectada, correspondiente aproximadamente a la mitad del cuadral, por madera de pino tratada. Se resuelven los enlaces tanto con el estribo E1 mediante la combinación de pernos de fijación cola y estereotomía de la madera, “a media madera con extremos quebrados e inclinados” y con el corte realizado mediante la correspondiente unión a media madera, reforzada con pernos y cola. (Foto nº62).
- Se ha reforzado la unión entre E2 y C2, mediante una pletina de acero inoxidable. No se ha actuado en el estribo roto, ya que se entiende que el problema no afecta significativamente a la resistencia de la armadura, y por otro lado las deformaciones existentes en la misma como producto de todos los movimientos sufridos son irrecuperables. (Foto nº63).
Puntales y apoyos:
- Sustitución de puntales de madera que sirven de apoyo a E1, C4, por encontrarse faltos de resistencia. (Foto nº64).
- Desmontaje del resto de los puntales de E1 y volver a montarlos con nueva fijación puesto que la pieza original está buen estado.
- Colocación de nuevas piezas de apoyo para el arrocabe montado sobre M2, con anclajes químicos de resina. (Fotos nº65 a 69).
Fotos 70-71.
Reposición de distintos elementos estructurales.
Pares y peinazos:
- Se han perdido varios peinazos que han sido puntualmente sustituidos
- Se han consolidado gran parte de la cara posterior de los pares, sobre todo los que apoyan sobre E1, C1, y E2, puesto que habían perdido grueso de material lignario debido a ataques de xilófagos, y aunque esta pérdida no influye en la estabilidad, es fuente de acumulación de futuros depósitos de polvo y acumulaciones de suciedad. Considerando que tales pérdidas, en general, no afectaban significativamente a la resistencia de la armadura se ha optado por realizar una limpieza y relleno de los espacios creados realizando pequeños encofrados en cada uno de los pares y rellenando mediante un producto inerte y ligero de fácil desprendimiento32, con el objeto fundamental de erradicar futuros depósitos de polvo y suciedad.
- No se han sustituido pares completos ya que los daños se localizan principalmente en los apoyos con estribos. De esta manera, la solución adoptada ha sido cortar la madera dañada hasta una zona resistente y conectar mediante cola y pernos de conexión con nueva madera unida a tope con la anterior. (Foto nº 70-71).
- Para solucionar la transmisión de esfuerzos y la estabilidad de la alfarda que apoya sobre C1, es decir localizada en el lado noroeste que como recordaremos se encontraba deteriorada en su quijera, se ha procedido a fijar dicho elemento mediante una pletina metálica a los peinazos del almizate.
(Foto nº 72).
- Se han recalzado la mayoría de las alfardas tanto en su patilla como en su barbilla y saneado las calzas que se encontraban en mal estado. (Foto nº 73).
Fotos 76 y 77.
Antes y después de la intervención.
Almizate:
- Para evitar que las deformaciones producidas por el peso del cubo de mocárabes sigan agravándose, se ha adoptado la solución de descargar al almizate, colgando el cubo de mocárabes de una gran viga metálica que soporta la sobreestructura del camaranchón, mediante cables de acero.
Pechinas:
- Para evitar la acumulación de suciedad nuevamente sobre las pechinas se optó por fabricar un bastidor triangular con una tela oscura colocada en el espacio que se produce entre los estribos y el cuadral. Esta sencilla solución permite un fácil mantenimiento, ventilación y fácil sustitución en caso de deterioro.
- La pechina sureste se encontraba muy afectada por causa de las filtraciones. En ella además de realizar una consolidación química importante, hubo que sustituir peinazos y numerosos taujeles. (Foto nº 74).
La reintegración33 sigue las mismas pautas que en el resto de las armaduras mudéjares restauradas, tanto en técnicas como en criterios34. (Foto nº 75). En este caso es la policromía del siglo XV, la que se conserva en mejor estado, siendo los retoques del XVI, mas bien escasos tal y como ocurría en la Saleta. La mayor duda que tenemos es la época de la serie de emblemas heráldicos que hemos dejado como testigo en el arrocabe superior norte, que podría corresponder tanto a una intervención del XV, como retoque o modificación una vez trasladada la armadura a la sala, o bien se trataría de una intervención del XVI. Aunque en calidad no corresponde sí estilísticamente algunos de sus motivos, como el castillo, que mantiene una gran similitud con otros correspondientes al XVI que se encuentran en otras estancias del Palacio Alto 35.
Foto 80.
Estado final. Detalle.
Mostramos un pequeño esquema (nº2) de la intervención respecto a la reintegración, que resume la intervención sobre esta armadura, pero valdría para cualquiera de las intervenidas hasta el momento.
Durante el montaje, en ningún momento se recuperaron descuadres porque en su mayoría eran originales en el montaje o “traslado” de esta armadura. Sí se sustituyeron en su mayoría por encontrarse en un estado pésimo todos los palos que arriostraban los paños inclinados por el reverso.
Foto 81.
Estado final.
NOTAS.
1. Sólo se ha podido conservar en el arrocabe superior un alicer con los emblemas de León, Castilla, Sicilia y otro con fondo sinople sin identificar. Esta serie se repetía por todos los arrocabes superiores según el reconocimiento que hemos realizado de los escasos restos. Por lo que cuando Carderera se refería a los escudos de las provincias españolas se referiría sobre todo a los escudos que había sobre los enlatados de los que hemos podido encontrar algún resto.
2. Chávez González, Mª del Rosario: El Alcázar de Sevilla en el siglo XIX. Patronato del Real Alcázar. Sevilla 2004. p.226
3. Marín Fidalgo, Ana María: El Alcázar de Sevilla bajo los Austrias. Ediciones Guadalquivir. Sevilla 1990. p110.
4. Pensamos que esta armadura como tantas otras del Alcázar sufrió un traslado en esta fecha, por ello cuando la datamos en el XV, en realidad estamos datando la fecha de su traslado. De su ejecución material no tenemos constancia.
5. Informe de Juan Simancas sobre reparos que debían hacerse en el edificio, fechado en Sevilla el 23 de julio de 1554, disposición del Teniente Alcalde en la que manda que los citados reparos se hagan (...) Marín Fidalgo, Ana María: El Alcázar de Sevilla bajo los Austrias. Ediciones Guadalquivir. Sevilla 1990. p 154
6. Lunes 7 de agosto, “anduvieron juan Fernández maestro mayor y francisco Hernández y Bartolomé benitez y digo Hernández y juan martín y francisco ruyz y navarro y manuel y juan de cordova maestros albañies labrando de albañeria en las dos quadras junto a oratorio y doblando los tejados de las dhas quadras...” Gestoso. Sevilla monumental y artística p510.
7. Marín Fidalgo Op.Cit. p 798
8. Chaves, Op. Cit, p33
9. Chaves, Op. Cit, p199
10. Mérida Álvarez, Mª Dolores: Restauración y Conservación en el Alcázar de Sevilla en el Período Isabelino. Trabajo de investigación. Departamento de Historia del Arte Universidad de Sevilla. Diciembre 2001.
11. Creemos que es en esta época cuando se realiza el último de los repintes, y más desafortunado y donde se le añadió el oro al mordiente a la lacería y a otros elementos decorativos. Un indicativo de ello, es el hecho de que Domínguez Bécquer hace referencia a que se siguen los vestigios que aún se conservan, y en esta decoración se imita con plantillas la decoración mudéjar e incluso la leyenda árabe que se ocultaba bajo el friso de emblemas heráldicos.
12. Chaves, Op. Cit, p73
13. Chaves, Op. Cit, p103. (Cuando nombra los cuarterones se refiere a la tablazón o enlatados. Sólo se conservaban tres piezas originales, el resto formaban parte de las reposiciones a las que se refiere Carderera.)
14. Chaves, Op. Cit, Doc. Nº32. p245
“Nº2. Antesala de tres puertas, la de entrada del recibimiento, otra que comunica a la capilla de Isabel La Católica y otra a los salones.
CARPINTERÍA: Se han construido las puertas de entrada con las hojas de caoba formando cuatro tableros y tallada una corona Real encima de un escudo en cada una de las hojas. Se ha recompuesto el artesonado que se hallaba muy deteriorado por las filtraciones de las lluvias.
HERRAJE: Colocar gatos de hierro a la parte vieja del artesonado y herraje a las puertas de caoba.”
15. En las actuales restauraciones se ha encontrado un sólo elemento de hierro en la esquina suroeste, y actúa como soporte de la pechina, intentando corregir el desplazamiento que se ha producido y en el que se había colocado una tabla nueva.
16. Posiblemente surgieron nuevos retoques parciales, de hay que aparezcan tres, cuatro y cinco estratos de policromía dependiendo de la zona.
17. “Es indispensable acudir a la restauración de este edificio, no sólo para su conservación sino también para borrar y quitar muchas de las restauraciones de pintura, hechas en el año 1857, que han variado su aspecto antigüo; sabido como consta en estos Alcázares, que no se hizo mas que una ligera y malísima limpia en los adornos, repintando después y esto en una pequeña parte de los palacios.” Doc.42. Junio 1869. Chaves, Op. Cit, p263
18. Esto nos aporta alguna pista sobre el traslado de la armadura a esta sala.
19. Otro dato que añade veracidad a la teoría del traslado de la armadura.
21. Debido a su similitud vamos a incluir en este apartado las péndolas o manguetas.
23. Nuere Matauco; Enrique: Carpintería de Armar Española. Instituto Español de Arquitectura. 2000. p 46
24. Al dejar como testigo de la policromía, que pensamos que puede ser del XVI; una franja que ocupa tocadura y alicer en el arrocabe superior del lado norte, existe una diferencia notable con el resto de los lados.
25. Corresponde al borde exterior de las pechinas y a la pieza que le da continuidad a éstas
26. No hemos encontrado la respuesta a este emblema. Pudiese ser que se hubiese perdido la franja blanca central y lo que representase fuese a la casa de Austria.
27. Aceite de linaza mezclado ocasionalmente con unos pigmentos finos (en este caso de color amarillento) para hacerlo visible
28. Oro musivo también llamado purpurina, constituido por bisulfuro de estaño. Se empleo como sustituto del oro sobre todo a partir del siglo XIII y más ocasionalmente en el XIV. A partir de mediados del siglo XX, el oro musivo ha sido sustituido en buena parte por polvos de bronce (distintas aleaciones de cobre-estaño y cobre-zinc). Este último producto se utiliza normalmente disperso en un aglutinante a base de barniz, o temple. Los polvos de bronce se oxidan (producen sales verdes de cobre) y pierden brillantez rápidamente.
29. Es muy interesante el apartado referido a los revestimientos pictóricos usados en la época de Isabel II que Maria Dolores Mérida recoge en su trabajo de investigación, en donde hace referencia al la utilización de la técnica al temple para los artesonados una vez “reparados o saneados”, técnica que según los propios documentos de la época aseguraba una mayor durabilidad dado que los pigmentos y la yema de huevo generaban una película transparente e insoluble que la protegía en mayor medida que la ornamentación al óleo. También se nombran los pigmentos mas utilizados como el bermellón de la china, el verde inglés, la ceniza de santo domingo que es un azul grisáceo, el ocre calamocha, el amarillo ingles y el amarillo corona. Entre los azules estaban el de Pavía y el llamado azurita, el blanco utilizado es el albayalde. La medida de los pigmentos se realizaba en libras, cuya equivalencia aproximada era de cuatrocientos gramos la unidad.
El oro utilizado era el líquido cuya medida se hacía en litros a un precio aproximado de nueve reales de vellón. Junto a los pigmentos se usaba aceite de linaza, que se obtenía al prensar las semillas de lino y que se utilizaba como aceite secante. Mérida, Mª Dolores, Op. Cit, p62
30. Se trata de un preparado comercial “PERXIL 10” que entre otras ventajas posee la de su baja toxicidad.
31. Hemos usado paraloid B-72, que se define como una resina acrílica, polímero sintético, copolímero de metacrilato de etilo y acrilato de metilo, disuelto en tolueno, por su rápida volatilidad.
32. Se utilizó una resina de poliéster en pasta
33. Técnica que permite integrar estéticamente una obra completando sus pérdidas, ya sean de soporte, de decoración o de policromía.
34. Consultar: Ramírez López, Inmaculada; Rodríguez Méndez, Constantino: “Restauración de las armaduras del dormitorio del rey Don Pedro y del Mirador de los Reyes Católicos” Apuntes del Alcázar nº3 y Ramírez López, Inmaculada; Cañas Palop, Cecilia: “Restauración de la Saleta de la Reina” en Apuntes del Alcazar nº4
35. Pendiente de analítica, que nos ayudará a arrojar alguna luz sobre el tema.
ANTERIOR