Apuntes del Alcázar de Sevilla. Nº 16, 2015 - page 229

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Fig. 8.
Patio de las Doncellas. Real
Alcázar. Foto: Ana Pleguezuelo.
Fig. 9.
Patio de las Doncellas. Real
Alcázar. Foto: Ana Pleguezuelo.
nudos, corresponden al Patio de las Doncellas y
a la Sala de Audiencias. Las cintas de grosor me-
dio (15 mm), al Dormitorio del Rey don Pedro,
la Sala de Carlos V, el Dormitorio de Reyes Mo-
ros, el Patio de las Muñecas y la Sala del Techo
de Felipe II. El grosor máximo de cinta (20 mm)
es el usado en las tres habitaciones consecuti-
vas de los Infantes. No consideramos aquí los
alicatados contemporáneos que están resueltos
en todos los casos con el grosor medio. Las es-
trellerías de mayor proporción están usadas en
habitaciones secundarias o de paso, como las
gemelas Salas de Sevillanos y de Toledanos o las
igualmente simétricas de los Pasos Perdidos y
del Techo de los Reyes Católicos, modelo que no
responde estrictamente ni a lacerías ni a estrelle-
ría y que hemos visto usado en el propio Alcázar,
en la Alhambra y en varias pinturas murales que
datamos hacia 1500
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.
Un curioso hecho relacionado con el tamaño de
los aliceres parece asociarse a los alicatados que
consideramos del siglo XIV. Se trata de varios si-
nos o estrellas, halladas en los rodapiés del Patio
de las Doncellas y en el alfeizar de la ventana de
la Sala de Audiencias, que están formadas por
32 minúsculos aliceres cada una de ellas (Fig. 8).
También hemos detectado en los rodapiés del
patio citado tres pequeñas figuras de animales,
embutidas en otros aliceres, detalles todos ellos
de discutible interpretación pero técnicamente
muy virtuosos y en los que el artesano parece
que puso a prueba su destreza (Fig. 9). Es posible
que estos «discretos alardes» fueran una manera
de firmar la obra en un periodo en que tal gesto
de autoestima no debió estar bien considerado.
Estas demostraciones no aparecen, sin embar-
go, en otras partes del conjunto; ni siquiera en
aquellas que, imitando literalmente los diseños
originales, evidencian haber sido fabricadas con
procedimientos industriales que hubieran facili-
tado operaciones de este tipo.
Todos estos datos parecen indicar que a mayor
grado de importancia del espacio, corresponde
menor tamaño de aliceres, mayor virtuosismo
y mayor costo de fabricación. Esta regla parece
cumplirse en el Patio de Doncellas y la Sala de
Audiencias aunque no tanto en el importante
espacio conocido como Salón de Embajadores,
lo que nos plantea para esta zona un cierto pro-
blema de datación y dudas de otra naturaleza
que no abordaremos en esta ocasión.
4 CUBIERTAS DE VIDRIADO
4.1. Número y variedad de colores
Uno de los elementos esenciales y más eviden-
tes que nos alertan sobre las diferentes fases de
fabricación es el color de estos alicatados. Parti-
mos de la idea de que ceramistas de un mismo
periodo histórico, en un mismo centro produc-
tivo como era Sevilla-Triana, acostumbraban a
formular sus vidriados de forma muy similar
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